viernes, junio 30, 2006

Perdidas habituales


Otra vez la maldita ansiedad
me hace asfixiarme,
intento concentrarme en la relajación,
pero tengo ganas de huir.
Miro al suelo y observo en el,
un charco de angustia,
mas adelante un charco de soledad,
y al lado de mi pie izquierdo
un trozo de corazón podrido.
¡Dios!, otra vez he vuelto a derramarme.
Me desgrarro en mis gritos una vez más.

Miguel A. Henández

1 comentario:

Isthar dijo...

En los días en que me siento así vertirme en gritos es lo único que me ayuda.

Y mañana será otro día, con suerte...