
Los edificios de pisos se mantienen en pie, aunque el viento sople con fuerza y mil aviones pasen por encima de ellos, (tiene que ser terrible sentir que vas a ser aplastado aunque luego pase de largo y ni siquiera te roce) haciendo ese ruido tan espantoso que hacen llorar a los niños, pero tengo esa sensación que un día, los edificios terminaran por irse corriendo, por que no soportaran ese desagradable ruido re-mezclado con el llanto de esos niños huérfanos de consuelo. No se si la especulación es quien los frenan, o es la música que sale de la ventana de mi habitación.
Pertenece al texto Un barrio diferente
Miguel A. Hernández
1 comentario:
Me gustaría pensar que es la música de tu ventana... :)
Publicar un comentario