Aquí me encuentro,
no soy un elegido, pero
estoy subido a esta montaña de basura
donde me hace estar
cada vez más cerca del cielo.
Aquí nunca decaigo,
me sostienen estos pájaros de tristezas
que respiran el aire
que ya nadie quiere.
Desde aquí veo el sur,
entre estas chatarras de esperanzas
y retales de miedo absurdo.
Subido en esta montaña,
configuro en estereo
todas esas canciones que fabrica mi mente
y que jamás escuché
en la ciudad de las mentiras.
Aquí arde la lluvia
y el sol nunca se esconde,
nunca llega avergonzarse.
no soy un elegido, pero
estoy subido a esta montaña de basura
donde me hace estar
cada vez más cerca del cielo.
Aquí nunca decaigo,
me sostienen estos pájaros de tristezas
que respiran el aire
que ya nadie quiere.
Desde aquí veo el sur,
entre estas chatarras de esperanzas
y retales de miedo absurdo.
Subido en esta montaña,
configuro en estereo
todas esas canciones que fabrica mi mente
y que jamás escuché
en la ciudad de las mentiras.
Aquí arde la lluvia
y el sol nunca se esconde,
nunca llega avergonzarse.
Maik Underground
6 comentarios:
Esa montaña de chatarra es mucho mas hermosa que ciertas ciudades llenas de mascaras.
Intenso.
John Coltrane_"Say it" es uno de los sonidos que fabrica mi mente, cuando pinto.
Me hizo bien.
Abrazo de lunes poetico.
A veces lo que te hace sentir más cercano al cielo es precisamente toda la basura que te encumbra, excelente analogía hermano.
Saludos Aztecas
Precioso Maik, "me sostienen estos pájaros de tristezas que respiran el aire que ya nadie quiere"
Eres un poeta como una casa de grande... flipo...
Besos al viento...
Hermoso lugar donde el sol no se esconde por no precisar vergüenza.
Precioso poema, Maik, y Coltrane... bueno... su música es pura locura, aún ayer tarde estuve disfrutando de Miles y él en Kind of Blue.
Un abrazo
Yo tampoco soy una elegida, y en mi montaña a veces los días se confunden con las noches, y otros en cambio, me olvido de sintonizarme.
A veces la tristeza es la cuerda que nos evita caer en abismo peores. Y quizá no sientas que haya nadie cerca, respirando ese aire y esquivando esos miedos, pero creo que es el vaho gris de alrededor lo a menudo nos impide vernos unos a otros.
El sol no debería tener nunca de qué avergonzarse ¿verdad?
Un abrazo muy, muy fuerte Maik.
Deja que vea el sol, vuelve a escribir.
Un abrazo
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