El movimiento de tu cabello,
ya no es el mismo, se esta pudriendo
y aquellos ojos azules
se pierden,
se vuelven grises
por este humo que nos ahoga.
El miedo avanza y en cualquier esquina,
aparecen los rostros desilusionados
de aquellos que miran a través del vidrio,
contemplando este final
corrompido y casi muerto
que nos lleva al abismo.
Mis dedos, apuntan vagamente al sur,
por donde te vas envuelta en llamas,
llevándote contigo el poco aire que queda,
el poco aire que te pertenece.
¡Déjanos un último río de vida
y un pequeño sol que provoque sombras!.
¡Déjame volver a sentirme vivo,
aunque de alguna forma u otra,
eso, conlleve hacerte daño!.
ya no es el mismo, se esta pudriendo
y aquellos ojos azules
se pierden,
se vuelven grises
por este humo que nos ahoga.
El miedo avanza y en cualquier esquina,
aparecen los rostros desilusionados
de aquellos que miran a través del vidrio,
contemplando este final
corrompido y casi muerto
que nos lleva al abismo.
Mis dedos, apuntan vagamente al sur,
por donde te vas envuelta en llamas,
llevándote contigo el poco aire que queda,
el poco aire que te pertenece.
¡Déjanos un último río de vida
y un pequeño sol que provoque sombras!.
¡Déjame volver a sentirme vivo,
aunque de alguna forma u otra,
eso, conlleve hacerte daño!.
y en el tema “Madre hay una sola” del grupo Bersuit.
Brindando por esas, vidas cruzadas.
Brindando por esas, vidas cruzadas.
Maik Underground
5 comentarios:
Qué bonito y qué triste maik...
El miedo nos atenaz a todos, el miedo a ver la realidad, la cruda realidad. Inspiradísima la música.
Eres un tesoro...
Un beso de aire...
Absolutamente demoledor Maik.
Me dejas sin palabras que decir que no sean de admiración :)
Un abrazo realmente fuerteeee
hermano te saludo de rápido tengo mucho trabajo
Yo creo que no está muerta Maik, es cierto que está muy herida, en algunos sitios muy gravemente.
Estamos locos todos en esta estupidez, en esta fábrica absurda de hacer dinero que no existe y que no se ve, mientras destrozamos el suelo, las paredes y el techo de nuestra casa.
Pero quiero creer que no está todo perdido, que aún queda mucho de Madre.
Preciosas palabras, hermosa canción.
Un fuerte abrazo, Maik.
Te dejo mi corazón.
Besos porteños
y abrazos tristes.
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