domingo, junio 11, 2006

El día que hablamos con las estrellas


Como de costumbre en mis visitas a casa de mi hermano, los comentarios sobre discos musicales fluían, y aparte de jugarnos los clásicos partidos de fútbol en la playstation con nuestro respectivos equipos de la liga master, era también hablar de nuestros estados de ánimos y de nuestro punto de vista de la sociedad y esas cosas que se hablan cuando uno esta disfrutando de un cubata en compañía. Cuando pasaban pocos segundos de haber empezado el partido que estabamos jugando de repente le dio al pause, salio de su cuarto que es donde nos encontrábamos para echarle un vistazo a su mujer que dormía, y al pequeño de la casa que también disfrutaba de la siesta. Entro de nuevo en la habitación, cerro la puerta y con la cara de sorpresa me dijo que había descubierto algo increíble, que no sabia muy bien como había llegado ha su poder pero estaba ahí. Yo, con el ansia que siempre me caracteriza le dije que me lo enseñara de inmediato, el me sugirió que era algo bastante gordo de entender y que no se lo dijese a nadie, asi que acepte su proposición. Acto seguido me explico que había descubierto detrás del póster de Kill Bill de su habitación, una especie de conexión a otra dimensión, pero que aun no se había adentrado por que le daba algo de miedo y respeto. Pasados unos minutos y al digerir un poco lo que me estaba contado, le insistí a que lo probásemos y descubriéramos que era aquello que se encontraba detrás de uno de los póster de su habitación. Al retirar el póster, simplemente se veía la continuación de la pared que tapaba dicho póster, pero al tocar la pared, pude observar que desaparecía mi mano, como si se fundiese en aquella pared completamente sólida. Decidimos poner una silla para subirnos en ella e introducirnos en aquel trozo de pared que te conducía, a sabe dios donde. Una vez los dos detrás de la pared de la habitación, nos observamos el uno al otro y éramos muy diferentes a lo que éramos al otro lado de esta dimensión, lo curioso es que éramos completamente iguales a este lado, me refiero a la forma física, estatura, cara e incluso vestimenta. Al caminar por aquel sitio, uno sentía como si caminase entre colchonetas, era una sensación bastante rara, pero que al momento, rápidamente te adaptabas a ese tipo de suelo. Llegamos a un pasillo donde se encontraban varias puertas y en una de ellas leímos un cartel pequeño que figuraba y decía: “Estrellas del rock”, abrimos la puerta y allí estaban todas las estrellas de rock fallecidas, o al menos eso decían los letreros que llevaban en forma de chapa que tenían adherido a su camiseta. Todos tenían la misma cara, pero con nombres diferentes en cada chapa; Jim Morrison, Frank Zappa, Janis Joplin, Elvis Presley, Joey Ramone, J. Hendrix, George Harrison, Kurt Cobain, Buddy Holly, Fred Mercury, … estaban todos, y por supuesto nosotros le creimos, sabiamos que eran ellos, y no dudamos en tener una charla. Llego la hora de irse, nos explicaron que este es el sitio donde uno esta cuando se muere y que cada habitación esta especializada en lo que uno hace en la vida, nos explicaron también, que una vez que volvamos a nuestra habitación, que nosotros ya le explicamos previamente como habíamos llegado hasta allí, esa especie de compuerta se cerraría y no volveríamos hasta el día de nuestra muerte. Dicho esto volvimos a la habitación de la casa de mi hermano, comprobamos que ya no se podía volver a entrar, decidimos volver a echarnos unos cubatas, comentar lo increíblemente que había sido esta experiencia y pensamos mejor no decir nada, por que nadie nos creería que habíamos estado hablando, con las estrellas del rock fallecidas.
A mi hermano Francis, con mucho cariño.
Miguel A. Hernández.

2 comentarios:

Gorka dijo...

Hola!

pon links a lo que quieras, hombre!

:D

La blogosfera es libre mientras no se diga lo contrario...
de hecho, tendría que pagarte por poner un link a mi ; )

Un saludo.

andrecom dijo...

Buena historia... Eso de historias mas alla de nuestra dimension, tan increibles, me gustan.

Saludos
Yo tambien quiero creer...

Andrecom

PD: Sorry, el teclado no tiene acentos