martes, julio 04, 2006

El espejo


Mi mujer vino a verme,
entre lagrimas sacó de su bolso un regalo,
lo abrí y era un espejo muy simple pero extraño, lo compro expresamente para mi en una tienda de antigüedades.
He descubierto que ese extraño espejo me hace verme por dentro.
Puedo ver donde están todos mi recuerdos almacenados y perfectamente archivados.
A veces es una pesadilla,
otras me satisface.

Pertenece al texto Re-visiones
Miguel A. Hernández

2 comentarios:

Isthar dijo...

Al menos tiene el valor de mirarse de frente aún sabiendo que no siempre le satisfará el resultado.

La mayoría si encuentra un espejo así lo deja de lado y busca uno que sólo le muestre lo que quiere ver...

Un abrazo

Anónimo dijo...

Mujer inteligente que hace ese tipo de regalos. Hombre inteligente que lo sabe recibir y usar para verse los afectos y defectos, la escases y la abundancia del corazón y el alma.

Hermoso tu blog... te segui el paso desde el blog de Isthar.

Saludos Miguel