martes, julio 18, 2006

El ánima Juan


A altas horas de la noche
me encontré en una taberna a un ánima
que bebía desconsoladamente,
no tenia ningún sitio a donde ir,
nadie le esperaba.
Antes de cerrar el camarero
nos invito a la ultima copa,
le compré una botella de ron,
y hablamos un buen rato los dos,
incluso a las afueras del bar,
bebiendo en vasos de plástico y
sosteniendo conversaciones profundas.
Al final termine por convencerlo y subírmelo a casa,
decidí que hoy al menos descansara en el sofá.
Y es por eso,
cuando por las noches todo esta en silencio,
el televisor… cruje, los muebles… crujen
y las puertas de las habitaciones se abren o se cierran lentamente, es
el ánima Juan, que vuelve casi todas las noches a mi casa,
me despierta para al menos verme un momento,
y tomarse una ultima copa en compañía.
Mi mujer nunca se da cuenta, sigue dormida.
Miguel A. Hernández

2 comentarios:

Isthar dijo...

Seguramente le diste ocasión de tener un lugar donde su alma pudiera vagar en paz y compañía. Seguro que fue una gran noche compartida, por eso vuelve a por más :)

Edgar dijo...

Ayer intente dejarte un comment pero no se publico, convivir con un anima debe ser algo.........excepcional.

Espero tenerte de visita